La historia de Franklin Brito es un caso de lucha entre el individuo y el estado, lucha para ejercer el derecho a la propiedad. La tenacidad de este personaje marco a muchos venezolanos, su ímpetu por hacer cumplir las leyes es un caso de estudio y reflexión que todos debemos analizar.

Todo comienza en el 2006, año en que se le quito la posesión legitima de su fundo la "Iguaraya" por el Gobierno Bolivariano de Venezuela. Desde ese momento comenzó una larga lucha en tribunales por la recuperación legal de sus tierras. Varias huelgas de hambre pasaron, llegaros momentos donde estuvo hasta 154 días sin comer. En Diciembre del 2009 el gobierno decide recluirlo -contra su voluntad- en un Hospital Militar, hecho que hace que Franklin Brito decida comenzar de nuevo su huelga de hambre en esta oportunidad negándose a recibir alimento e hidratación. El peso de Brito llega a 38 kilos y su masa corporal no alcanzaba el 10%. El 12 de agosto del 2010 radicaliza su huelga, su hija anuncia que él suspendería el suero y sólo tomaría agua. El 30 de agosto fallece Franklin Brito en el Hospital Militar de Caracas a causa de un shock séptico.


Como era de esperarse la muerte de Franklin Brito causo revuelo en toda Venezuela. En los diarios se podían observar titulares como: “El mártir de la dignidad”, “El individuo que nunca se doblego ante el gobierno”, “El Jan Palach venezolano”, “El apóstol de la dignidad nacional”. Sin duda alguna Franklin Brito era un hombre de convicciones que luchaba por defender sus derechos e ideas. ¿Pero esto era justificación para que terminase con su vida?


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Unos valores son más importantes que otros, estar consciente de esto nos da un mapa claro a la hora de tomar decisiones difíciles en la vida.
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El respeto, el amor, la libertad, fueron la raíz de los valores que formaron la personalidad de Franklin Brito, estos guiaron las decisiones del día a día durante toda su lucha, integraron su moral con el actuar cotidiano. Pero estos valores no estaban correctamente jerarquizados. Se debe conocer con total claridad que valores son más importantes que otros. Por ejemplo, si la honestidad es un valor muy importante para ti, pero se presenta una situación donde para poder sobrevivir debes mentir abiertamente, ¿qué harías? Si tu situación económica es precaria pero llama tu mejor amigo para pedirte dinero ¿Qué harías? Si eres un padre de familia y ves que están asaltando a una persona que no conoces ¿arriesgarías tu vida para salvarlo? Saber que valores son más importantes que otros nos da un mapa claro a la hora de tomar decisiones difíciles en la vida. Nos permite una correcta integración de nuestro sistema moral. La honestidad, la amistad, el respeto, son valores muy importantes pero antes que ellos existen unos con mayor peso como la vida, la supervivencia o el amor hacia un hijo.


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Luchar por nuestros ideales es una tarea digna y apreciada, pero el principal requisito para poder llevar a cabo esa lucha es precisamente estar vivos.
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La vida es la base para el resto de los valores. Franklin Brito puso sus ideales por delante de su propia vida. Esto estaría acorde en países donde no hay otra escapatoria más que arriesgar la vida dado que todos los derechos son revocados –incluso el derecho de salir del país – como los habitantes de regímenes totalitarios como los que existieron en Rusia, Alemania, Japón, China, o los que existen actualmente en Corea del Norte y Cuba.

Franklin Brito puso sus convicciones por encima de otras de mayor peso. En otras palabras se sacrifico, el sacrificio no es una virtud. El sacrificio es abandonar un valor mayor, por otro valor menor. Puso su derecho a la propiedad por encima de su propiedad más importante, su vida. Existían otras vías para desarrollar su batalla a favor del derecho a la propiedad privada. Franklin Brito pudo recorrer el mundo entero ofreciendo conferencias mostrando las atrocidades legales que se cometen en Venezuela. Pudo elegir una carrera política –quizás hoy fuese diputado-. Pudo ser el líder de una ONG en defensa de la propiedad. Pudo ser tantas cosas que ya no serán.

Mantenerse con vida para seguir luchando por los ideales es el objetivo fundamental de los verdaderos héroes de la humanidad. Lo que Franklin Brito realizo no es un ejemplo a seguir, la autodestrucción no es una virtud. Venezuela necesitaba a Franklin Brito vivo, sin duda hubiese sido más valioso vivo, activo y luchando, que hoy muerto.

¿Cuál sería hoy el destino de África si Nelson Mandela hubiera decidido morir en huelga de hambre en la cárcel? ¿Cuál sería el destino hoy día de miles de niños y mujeres en Irán si Shirin Ebadi hubiese decidido morir en huelga de hambre cuando fue forzada a renunciar su cargo de jueza por ser mujer? ¿Qué sería hoy de Polonia si Lech Wałęsa hubiese decidido morir de hambre por causa de las decenas de veces que fue encarcelado injustificadamente?

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Venezuela no necesita personas que piensen como mártires, necesitamos personas que piensen como verdaderos libertadores.
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